"Es como una tiendita del colegio" nos dijo Catalina, muestra nieta de 6 años al entrar al Mercado Municipal de La Villa, zona 10; para ella era la primera vez que entraba a un mercado, y sus abuelos iban a comprar allí la fruta y la verdura de la semana - le estaba costando entender por qué ir allí y no a un supermercado.
El abuelo escogiendo la fruta |
El mercado " La Villa", en la Ciudad de Guatemala, consta de una junta directiva quienes dirigen a una administradora. Ella se encarga de velar que todo esté en orden. Unicamente pueden optar a participar en la Junta Directiva los propietarios de los locales, en el caso de Mayra, encargada del puesto, perito contador y estudiante de 5to semestre de Administración de Empresas en la Universidad Rural, ella no puede ser miembro de la Junta ya que son sus padres los dueños del local. Ella se dedica a vender y atraer clientes con su amable personalidad y pone al servicio del cliente todas las características de "servicio al cliente" que ha aprendido en la Universidad: recordarse del nombre de las personas, con quién llegaron la última vez, qué llevaron, qué les gusta y qué no les gusta a sus clientes. En fin, comprar con ella es una "wow experience".
Nos damos cuenta que el local de Mayra no tiene el rotulo de se acepta VISA que vimos con el puesto del vecino, le preguntamos por qué es esto, y nos contesta: " no trae cuenta, todo lo que se cobra con tarjeta lo depositan sólo una vez al mes, además se quedan con el 10% de la venta por comisión. Entonces si pongo tarjeta de crédito tengo que subirle el precio a mi producto y baja la venta."
Mayra nos cuenta además que ellos traen el producto de la Terminal, ella llega antes de las 5:00 am todos los días a la Terminal y de allí trae producto diario. El mercado abre a las 7 am y ella ya está lista para vender a esa hora.
Algunos otros comerciantes llevan el producto del CENMA, Mayra lo hizo, sin embargo nos comenta que no vale la pena, pues el traslado del CENMA es el doblemente costoso: de la terminal cobran Q5.00 flete y del CENMA dependiendo del tamaño entre Q10 y Q15. "Para vender producto del CENMA no se puede hacer viajes diarios, y el producto deja de estar fresco", dice ella.
Doña Adelita es de San Pedro Sacatepequez, y desde allí llega a las 6:30 al mercado La Villa, ella trabaja el puesto junto con sus hijos y han encontrado dos formas novedosa de mercadear el producto:
Producto a Domicilio y Pedido Por Teléfono, además de la venta al menudeo, dice ella. "Sin embargo el producto se me mueve mas con las clientas que ya me conocen y me llaman, eso sí no le doy mi número a cualquiera seño, solo a mis clientas que ya conozco. "
Al preguntarle a Doña Adelita del tema seguridad dice, "en este mercado estamos organizados, tenemos un circuito de cámaras de seguridad, mire allí están, además que la policía da sus vueltas para asegurarse que todo está bien.
Los días de más venta en el mercado son los martes y los sábados. Muchos clientes llegan con niños y todos los comerciantes que tenían niños confirmaron que "durante la semana los niños estudian, hoy porque es domingo es que están aquí, es importante que le agarren cariño al negocio".
Ambas comerciantes usan la siguiente táctica para poner los precios: El producto XXX está a 3 por Q10.00, se lo dejo a 2 por Q5.00 porque es usted, es decir ellas bajan el precio antes de que el cliente tenga opción a regatear.
En una de las familias que entrevistamos, la primera generación son los dueños de dos puestos en el mercado, dejar de estudiar no es una opción. De la segunda generación dos de las hijas están estudiando en la universidad: una sábado, la otra domingo para turnarse en la venta y la chiquita, todavía está estudiando carrera. La tercera generación toda va a la escuela, hombres y mujeres.
La experiencia de compra en el Mercado La Villa es una segura, de precios accesibles y hasta cuentan con parqueo, de hecho en la tienda de Mayra, nos sellaron el ticket y sólo pagamos Q3.00 la media hora.